Frente a las medidas en defensa de la educación universitaria pública convocada por las Federaciones en defensa de nuestro trabajo, en la UNLaR declaramos la EMERGENCIA ACADÉMICA Y DE LA LABOR DOCENTE, que tiene impacto directo y preocupante en nuestros compañeros estudiantes y en la sociedad riojana.
La gestión de QUIROGA – CORZO y de las autoridades decanales NO PRIORIZA la formación de profesionales que la sociedad demanda, NO ESCUCHAN A SUS DOCENTES Y ESTUDIANTES, NO DAN CUENTA DE UNA GESTIÓN ORDENADA, NO SON AUSTEROS, NO PRIORIZAN LA ACADEMIA, AL CONTRARIO, SU BENEFICIO ESTA PUESTO EN SUS INTERESES PERSONALES Y SUS NUEVAS POSTULACIONES POLÍTICAS.
Lo construido está en caída libre, en sus planes no figuran nuevos desafíos, se dan en emergencia económica responsabilizando a los docentes gestionar sus propias posibilidades para cumplir con su trabajo tal como lo fue en pandemia.
Mientras tanto, eliminan becas, designan a dedo, otorgan contratos discrecionales, sostienen pagos en NEGRO A DOCENTES, ignoran las DEUDAS SALARIALES por cargos DOCENTES, deterioran permanentemente las condiciones de trabajo y del ecosistema de la universidad.
Dejan a su suerte a las sedes universitarias, aisladas y testigos del vaciamiento de aulas, trasladan los costos a sus estudiantes y docentes cuando VIRTUALIZA para no pagar traslados, pero si pagan adicionales a regentes virtuales, sin recursos para sostener su campus virtual.
Es una gestión que viola la libertad de cátedra y los planes de estudio, incumple la norma de la carrera docente, o priva del derecho a la ciudadanía universitaria prometida solo cuando hacen campaña en el Colegio Preuniversitario San Martin.
El Colegio San Martin es una fuente de suplencias a dedo y sin respaldo resolutivo, que además no reconocen para su pago, designan docentes con un cargo, pero les hacen cumplir otras funciones que luego no reconocen como trayectoria y son ellos mismos como gestión quienes incumplen su responsabilidad de funcionarios públicos.
Sostienen un falso discurso cuando valoran a los profesionales de la salud porque son los héroes de la pandemia y ahora del dengue, pero no se privan de responsabilizarlos, de acusarlos de ser la causa del déficit presupuestario de la UNLaR.
Frente a la descalificación, al no reconocimiento, a las vulneraciones sistemáticas que tienen hacia los docentes, sostenemos junto a los estudiantes la educación pública en la UNLaR, con respeto y responsabilidad, sostenida en la profunda vocación de DAR a nuestros estudiantes y a nuestra sociedad las oportunidades básicas para un mejor futuro.
Somos una vez más docentes y estudiantes quienes ponemos el cuerpo, el costo a nuestra educación.
No nos victimizamos porque no somos los únicos, pero si SOMOS LOS DOCENTES A QUIENES DEJAN DE LADO, LOS ACALLADOS, LOS VULNERADOS.
Los docentes somos héroes cuando la situación aprieta y los responsables del déficit y el desfinanciamiento de la UNLaR luego, cuando reclamamos el pago acorde al trabajo. Lo dicen los informes rectorales.
