Desde el SIDIUNLaR apostamos al desafío de repensar las distintas modalidades de enseñar, aprender y evaluar en la universidad y por ello fue diseñado el Programa de Terminalidad de la Carrera de Posgrado en Docencia Universitaria dirigida a cursantes que se encuentran en la etapa final de la presentación de trabajos profesionales.
Luis Porta, docente de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP) e investigador del CONICET y docente del programa, dialogó con Riojavirtual Radio, sobre la importante de este convenio impulsado por el sindicato y sobre el significado que representa culminar con este proceso de formación para la docencia.
Además, habló de la importancia de la docencia en cuanto a los desafíos de poder enseñar y aprender.
– ¿Qué se busca en este tipo de programas de terminalidad de la carrera de especialización en la docencia universitaria? ¿Cuál es el objetivo que ustedes se plantean?
LP: Bueno, esto tiene 13 años de historia, hace aproximadamente 10 años, desde la Universidad de Mar del Plata llevamos a la Universidad de La Rioja, por medio de un convenio con el SIDIUNLaR la carrera de especialización en docencia universitaria de nuestra universidad. Gran cantidad de docentes se inscribieron en el dictado de la de la carrera, pero como ustedes saben, y como la audiencia también sabe y los profesores universitarios también estamos al tanto de esto, uno de los grandes problemas, que tiene el sistema universitario y no solamente en Argentina, es que los docentes o los graduados cursan las carreras y no tienen terminalidad estas carreras, es decir, que tienen muy poca tasa de graduación, es decir, se cursan toda la carrera, pero después, cuando llega el momento de escribir la tesis o de escribir el trabajo integrador final, los docentes, por diversas razones, no culminan las carreras.
A partir de esto, el año pasado fue invitado a dictar un curso en la Universidad de La Rioja y bueno, a partir de a partir de ello y de esta capacitación es que surge el interés de los propios docentes de la Universidad de terminar de culminar este proceso que implica no solamente terminar hacer un trabajo, sino terminar una carrera con lo que eso implica. Y si un docente o si un alumno no termina una carrera, esto tiene una carga afectiva muy muy fuerte porque es un proyecto que no se ha que no se ha terminado o que no ha culminado. A partir de esto, y a pedido del gremio de los docentes universitarios de la Universidad de La Rioja, es que diseñamos un programa de terminalidad. Quiere decir esto que los vamos a ir acompañando, a partir de un grupo de tutores y a partir de un trabajo sobre los propios docentes, y para que puedan terminar esta esta carrera. El objetivo central que tiene es este el de dar continuidad a este programa que inició hace unos años y es dar la posibilidad de que los docentes terminen una carrera de posgrado.
-Y tiene qué hacer algún docente que ya inició la carrera de posgrado o tiene o puede un docente que no le inició ya puede contar con su acompañamiento.
LP: Los que están habilitados para inscribirse a este programa son aquellos docentes que cursaron en su momento la carrera de especialización y que están en la etapa de finalización de esta carrera. Entonces, no es una carrera nueva que inicia sino que en realidad es una carrera que tiene continuidad de aquella anterior que nosotros iniciamos en algún momento.
-¿El desafío del docente universitario hoy dónde está puesto? A veces me da la impresión de que al docente secundario se nos plantea más una cuestión lúdica, una cuestión de tratar de llegar a estos chicos que están en otra etapa, con otro vínculo con la tecnología y que la universidad está parada, quizás en un lugar más, más alejado de esa búsqueda de la de captar la atención del estudiante. ¿Ese prejuicio que tengo es correcto o no? ¿O el desafío de los docentes universitarios pasa por el mismo lugar que el del docente secundario?
LP: Bueno muy buena pregunta la tuya, yo creo que el desafío no es el de la docencia universitaria, sino que los desafíos tienen que ver con las distintas modalidades de aprender y con las distintas modalidades de enseñar que existen hoy en la realidad, es decir, no por ser estudiantes o por ser docentes universitarios, tenemos distintos desafíos que los que los que se tiene en la educación media está claro que en la educación universitaria se persigue, digamos, en la culminación, en una una profesión y esa profesión es elegida por el estudiante y de alguna manera tiene que ver no solo con su vocación, sino que también tiene que ver con el desarrollo profesional a futuro, que pueda tener un estudiante o un estudiante universitario.
Lo que sí está claro es que en realidad todo aquello que tenga que ver con el desarrollo de la creatividad, con el desarrollo de la motivación con pensar propuestas de intervención didáctica que de alguna manera hacer que en el contenido a los estudiantes esto favorezca las prácticas de aprendizaje. Si nosotros tenemos docentes que reflexionan acerca de su propia práctica, si tenemos docentes que llevan adelante, intervenciones situadas o intervenciones que tengan que ver con la realidad de los estudiantes mucho más cercano va a estar ese conocimiento que en algún punto aparece como muy alejado de la realidad de los estudiantes
En este punto yo no diferenciaría entre propuestas de educación media o propuestas de educación superior, sino en realidad estaría hablando de las distintas formas de acceso al conocimiento y en este punto creo que la docencia universitaria tiene un gran desafío o por lo menos lo que tiene es una gran responsabilidad de que nadie quede atrás, que todos los estudiantes que ingresan al sistema universitario público culminen estas carreras. Por eso tenemos que diseñar propuestas no solo de. aprendizaje o enseñanza sino también de evaluación que de alguna manera acerquen esos aprendizajes más a la realidad de los estudiantes.
De esta manera, más cantidad de estudiantes tendremos en un sistema que se jacta por ser un sistema democrático y de acceso libre. Cuanto más estudiantes tengamos mejores posibilidades vamos a tener esa prerrogativa que tiene que ver con la universidad pública, la universidad gratuita que es lo más cercano a la realidad de los y las jóvenes de hoy.
–Mas allá de la cuestión de la terminalidad educativa de los docentes, usted es investigador del CONICET: ¿cómo describe el momento por ejemplo con el CONICET y qué universidad pública vamos a tener?
LP: En este punto, qué universidad vamos a tener; con qué financiamiento pero también con qué financiamiento va a funcionar el sistema científico tecnológico. Argentina tiene como dos grandes patas, podríamos decir del sistema de producción científica y uno es el CONICET que tiene buen sistema de producción de conocimiento del más alto nivel a nivel regional y a nivel internacional. Y otra, son las universidades, digamos que gran parte de la investigación en Argentina se financia a través de las universidades públicas. El desfinanciamiento, digamos, o el no financiamiento de las actividades de investigación en realidad llevan a parar un sistema que en realidad después cuesta mucho trabajo y cuesta mucho más financiamiento, poder recuperarlo pensando siempre que no solo la educación, en este caso la educación superior, sino también la ciencia y la tecnología, no aparecerían como un gasto, no como una lógica del mercado o con las lógicas de un sistema que se centra más en la en la producción de bienes materiales y no tanto en la producción de bienes simbólicos.
Me parece que la producción científica de alguna manera tiene que atender esta lógica y las políticas de gestión de la ciencia y no esta lógica no tanto del mercado, sino pensar que es una inversión. Yo digo siempre que quién va a investigar acerca de la desigualdad educativa, quién va a investigar cuáles son los lazos entre educación y desigualdad entre educación y pobreza, si no son las universidades públicas y si no es el CONICET Ahora ustedes me pueden decir desde la investigación científica que eso no da dinero y está claro que no da dinero, pero son los datos claros, son datos sensibles y sin esa investigación es imposible generar las mejores condiciones y las mejores políticas para salir de ese registro, no de ese registro de desigualdad y como digo, la desigualdad educativa.